Hoy os traigo una novela diferente que plantea un tema que remueve conciencias: los vientres de alquiler o gestación subrogada.
Éstas son mis impresiones
Ficha técnica
Editorial: Roca
Páginas: 352
ISBN: 9788417541040
Sinopsis
La granja Golden Oaks está lista, o así lo cree su gerente empresarial, Mae Yu, para convertirse en el nuevo y gran avance de la economía de la fertilidad. Allí, la progenie de los súper ricos inicia su vida en el útero con lo mejor de lo mejor: dietas equilibradas a base de alimentos orgánicos, listas de reproducción seleccionadas en base a su placer auditivo… y matrices jóvenes, sanas (y optimizadas con cortisol) donde gestarse. A sus anfitrionas –es así como se llama a estas madres sustitutas- se les ofrecen contratos de arrendamiento de nueve meses, y así ganar grandes cantidades de dinero que les puede permitir cambiar la trayectoria de sus vidas a menudo difíciles, siempre y cuando se mantengan lejos de cualquier problema y den a luz a recién nacidos saludables.
Por sugerencia de su prima Ate, una enfermera especializada en bebés, Jane, una joven inmigrante filipina, acepta un trabajo como Anfitriona en Golden Oaks, a raíz de un matrimonio fallido. Deja a su hija pequeña al cuidado de Ate y se le asigna una habitación con Reagan, una estudiante universitaria privilegiada que ha llegado a la granja para darle un sentido a su vida por lo demás sin objetivo. La ambiciosa Mae tiene puestas sus esperanzas en ambas chicas. Y aunque todas ellas parecen haberse alistado al experimento de La granja con buenas intenciones, los nueve meses de embarazo pueden convertirse en algo difícil.
A través del punto de vista de cada una de estas cuatro mujeres –Jane, Ate, Reagan y Mae- y ubicadas entre el idílico Valle de Hudson, el lujo de la Quinta Avenida y el abarrotado dormitorio de Queens que alberga a los trabajadores, todos ellos inmigrantes, La granja explora una sociedad en la que tanto la suerte como el mérito guía sus individualidades, examinando las desigualdades fundamentales que heredamos y ofrece una nueva perspectiva sobre la maternidad y la otredad.
Emocionante, provocativa, desgarradora, La granja ofrece un planteamiento radical, de raíz, sobre la maternidad, el dinero y la sociedad meritocrática, planteando preguntas cruciales sobre las concesiones que hacen las mujeres para fortalecer su futuro y el futuro de aquello que aman.
Impresiones
En la granja Golden Oaks no se crían animales. Pero en la granja Golden Oaks sí se cría algo: muchas mujeres van allí para, en un ambiente relajado, ecológico, con todos los lujos y cuidados, llevar a término su embarazo y dar a luz. Pero son embarazos especiales porque esas mujeres no son las madres. Aunque lleven dentro un bebé: los embriones les fueron implantados y ellas están gestando los bebés que son de otras mujeres.
Cuando Jane, una joven inmigrante filipina, se queda sin trabajo, su prima Ate –muy reconocida como cuidadora de niños de familias adineradas- le recomienda un trabajo: gestar el bebé de otra mujer. Está muy bien pagado y así podrá dar un buen futuro a su propio bebé, Amalia, una niña de pocos meses de edad. El problema es que Amalia no puede ir a la granja, sino que deberá quedarse al cuidado de Ate.
En la granja Jane conocerá a Reagan, una joven de buena familia que está gestando un bebé para ganar dinero y cumplir su sueño por sus propios medios, Sarah, embarazada del tercer bebé de una familia… y tantas otras chicas. Todas ellas supervisadas y dirigidas por la ambiciosa Mae Yu.
Es un tema curioso el de la maternidad subrogada. Legal en algunos países, ilegal en otros, gente que lo considera inmoral, gente a la que le parece una buena opción… Da que pensar, desde luego. Y da que pensar la forma en la que llevan el tema en esta granja tan especial. Por un lado, todo es perfectamente legal: las madres de alquiler acceden voluntariamente a serlo, firman un contrato supervisado por abogados, reciben una paga durante el embarazo y una cuantiosa cantidad al dar a luz, son cuidadas con esmero por enfermeras, médicos, psicólogos, dietistas… Vivirán los meses de embarazo en un entorno privilegiado, haciendo ejercicio adecuado, comiendo comida ecológica, sana y bien cocinada… Todo perfecto.
O quizás no. Porque hay algunas cosas que chirrían. Ya no el entramado en sí sino también detalles como la “elección” de las madres. No estamos hablando de mujeres que van a donar sus óvulos sino que sólo serán “receptáculos” del embrión formado por los óvulos y los espermatozoides de otras personas. Por lo tanto, cómo sea la madre de alquiler no debería importar demasiado; lo único su estado de salud. Pero sí que importa, claro: las blancas son más apreciadas –y, por tanto, más caras- que las de color, las nativas más que las inmigrantes, las universitarias más que las mujeres sin estudio… Como si el que la madre de alquiler sea alta, rubia y doctora en Física cuántica influenciase de alguna manera en cómo será ese bebé formado con el material genético de dos extraños… Y otras cosas como ésta.
Es un libro que te da que pensar, sin duda, que te hace plantearte cosas. ¿Qué harías tú? Porque algunas madres de alquiler se lo plantean como una forma de ayudar a una pareja que desea ser padres. Pero, ¿y cuándo la otra no se queda embarazada porque no puede sino porque no tiene tiempo o porque no quiere destrozar su figura?
Es un narrador omnisciente quien nos va contando la historia y lo hará focalizando en las cuatro mujeres protagonistas: Jane, Reagan, Ate y Mae. Así veremos diferentes perspectivas: Jane y Reagan como madres de alquiler, con motivaciones distintas, con formas de ser muy diferentes. Ate que nos enseñará la situación de las emigrantes filipinas, muy apreciadas por lo modositas que son y lo poco que se quejan. Y Mae, una mujer de negocios. La novela se divide en capítulos no numerados no excesivamente largos. Cada uno lleva el título de una de las cuatro mujeres por lo que éstas se van alternando en cuanto a protagonismo aunque, evidentemente, sus historias están todo el tiempo relacionadas. En la novela hay mucho diálogo y la historia avanza con ritmo, resultando sencilla la lectura.
Los personajes están muy bien trazados. Consigues entenderles, saber por qué hacen lo que hacen, lo bueno y lo malo. La autora los ha dibujado con mimo, haciéndoles parecer reales.
A pesar de que la novela toca temas candentes y la autora los aborda con mucha sensibilidad
Una puntualización: encima del título se dice que es una distopía femenina, cosa con la que no estoy de acuerdo. En mi opinión, las novelas distópicas hablan de un futuro más o menos lejano y de una sociedad diferente a la actual, con un nuevo orden y unas nuevas reglar Normalmente, esta sociedad ha surgido de algún desastre. En este caso no es así: la sociedad es la actual y la granja no plantea una sociedad distinta sino un negocio relacionado con los vientres de alquiler. Creo que calificar esta novela de distópica puede confundir e incluso hacer que haya gente que rechace leerla por este hecho (a mí misma me llamó la atención el tema de la maternidad subrogada pero me echó para atrás que fuese calificada de distopía, género que no me suele atraer)
Conclusión final
“La granja” es una novela original que nos habla de la maternidad subrogada como negocio. Una novela para reflexionar sobre los temas que plantea.
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